domingo, 16 de diciembre de 2012

Francia y Argentina unidos en el El Siambón

 
Poniéndonos al día con las noticias luego de un gran cambio en nuestras vidas por la llegada de Francisquito vamos a contarles sobre la Camille, una chica de la parroquia betharramita de Toulouse, Francia. Ella, con solo diecisiete años, se animó a venir a El Siambón por tres meses para ayudar y compartir con la comunidad laical betharramita.
Llegó al aeropuerto de San Miguel de Tucumán el día 1 de septiembre  luego de un pequeño percance (le extraviaron su equipaje!!! en el aeropuerto de Roma, pero gracias a Dios lo pudimos recuperar). La fuimos a buscar al aeropuerto y la llevamos a casa, ella se instaló en una pequeña habitación que le preparamos en el departamentito de Amelia. Camille muy rápidamente se integró desde el servicio y la alegría en el compartir y logró en pocos días hablar como una “tucumana” más… o “porteña” por momentos… depende con quién hablase.
¡No pasaron pocos días para que demostrara sus habilidades en la cocina internacional! Incluso haciendo “canastitas” que habían tenido un papel central en nuestra alimentación en los últimos ocho trimestres siambonenses… si no nos creen pregúntenles a Maru y a Juan que vinieron para el 8 de diciembre del 2011 y no pararon de comer canastitas… También  encontró en Chasquig (nuestro medio de transporte equino indispensable para los cerros) su “media naranja”, este fue otro don de Camille que encontramos: su habilidad para andar a caballo y para cuidarlo con gran dedicación, a tal punto que cuando Chasquig la veía pasar la seguía a todas partes como si fuese un perrito!!!
Realmente colaboró mucho porque siempre estuvo muy dispuesta en todo para ayudar y planificar.
Compartimos muchas cosas lindas y profundas en las oraciones comunitarias y en los momentos de formación, incluso también con la comunidad de Villa la Punta (comunidad betharramita misionera itinerante de Santiago del Estero) que tan cercana la sentimos.
Camí compartió con nosotros el momento más importante de nuestra vida: ¡la llegada de Francisquito! y fue una compañera fiel para Amelia durante esos días que no estuvimos.
Gracias Cami por tantos recuerdos que llevamos grabados en nuestros corazones, gracias por tus palabras y tu testimonio! Te extrañamos y te esperamos pronto!